martes, julio 07, 2009

En una semana de diferencia

Martes: Me dirijo al Camp Nou para asistir al concierto de U2. Un acto de fetichismo juvenil, es el grupo que marcó mi infancia y me siento en deuda conmigo mismo si no voy. Todo es grandilocuente, desde las emociones hasta la magnitud del espectáculo. Todo es largo, la espera, el concierto, las colas, la gente.

100.000 personas abarrotando el estadio, decibelios multiplicados por 4. Unos artistas a los que veo de muy lejos, y dos horas y media de concierto emocionante, milimetrado, épico, que se convierte en algo no terrenal al conectar Bono desde el escenario con la estación espacial internacional. Campañas de one.org hechas desde el mainstream, Bono se pone la camiseta del Barça y menciona que es el único equipo que lleva UNICEF en la camiseta (pese a que también lleve el de Nike).

Llegar a tanta gente es lo que te hace ser amado, pero también odiado, aunque para llegar a eso, hay que estar ahí arriba, y mantenerse, y no querer contentar a todo el mundo, sino a uno mismo.

Viernes: me dirijo a Vilanova i la Geltrú. Un festival de música veraniego, 1000 personas de aforo máximo, y casi 30 grupos de música en dos días. Buena música, minoritaria, con el frescor de lo nuevo pero a la vez desconocido. Artistas de gran tamaño en un escenario pequeño, y ahí me planto, en primera fila cuando quiero.

Qué bien se está en todos lados, en una semana de diferencia.



1 comentario:

atzucac dijo...

Certament una setmana fantàstica de contrastos i extrems musicals!..i en ambdos casos es pot dir k els events van superar en escreix les espectatives marcades.
D'això se'n diu polivalència musical o tot és fruit de la propagació musical de multitud de petites bandes musicals via internet??